Cirugía de la fisura
anal

¿De qué se trata?

Una fisura anal es un pequeño desgarro en el tejido delgado y húmedo que recubre el ano. El ano es la abertura muscular ubicada al final del tracto digestivo, por donde las heces salen del organismo. Las causas comunes de la fisura anal incluyen estreñimiento y hacer esfuerzo o defecar heces grandes o duras.

Las fisuras anales, que son muy frecuentes en los bebés aunque pueden afectar a personas de cualquier edad, suelen provocar dolor y sangrado durante la defecación. El paciente también podría sentir espasmos en el anillo de músculo que está en el extremo del ano, llamado esfínter anal.

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¿Para quién está indicada?

Los pacientes que padecen una fisura anal comparten una serie de causas o sintomatología común. Algunas de ellas son:

Los pacientes que padecen una fisura anal comparten una serie de causas o sintomatología común. Algunas de ellas son:

  • Defecación de heces de gran tamaño y duras
  • Estreñimiento y esfuerzo para defecar
  • Diarrea persistente
  • Coito anal
  • Parto

Otras causas menos frecuentes de las fisuras anales incluyen

  • Enfermedad de Crohn u otra enfermedad inflamatoria intestinal
  • Cáncer de ano
  • VIH
  • Tuberculosis
  • Sífilis

De igual forma, existen algunos factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir una fisura anal son:

  • Estreñimiento. Hacer mucho esfuerzo durante las deposiciones y defecar heces duras aumentan el riesgo de sufrir un desgarro.
  • Trabajo de parto. Las fisuras anales son más frecuentes en las mujeres después de dar a luz.
  • Enfermedad de Crohn. Esta enfermedad inflamatoria intestinal causa inflamación crónica del tracto intestinal. 
  • Esto puede hacer que la mucosa del conducto anal sea más propensa a los desgarros.
  • Coito anal.
  • Edad. Las fisuras anales pueden ocurrir a cualquier edad, pero son más comunes en bebés y adultos de mediana edad.
 

¿Cómo se realiza esta intervención?

Una cirugía de fisura anal se puede realizar con anestesia general o raquídea. El procedimiento quirúrgico consiste en una operación que pequeña en la que se lleva a cabo una esfinterotomía. Esto implica que el cirujano realice una incisión de aproximadamente un centímetro dentro del tejido que cubre el esfínter, seccionando de esta forma el esfínter lateral interno, y permitiendo que exista menor tensión sobre la fisura anal y consiguiendo su cicatrización.

Este tipo de intervención, por norma general, es muy exitosa ya que los pacientes no suelen tener ningún problema más de fisuras anales. Además, la recuperación de esta operación suele ser rápida y con apenas molestias y dolor.

¿Cómo será la recuperación post quirúrgica?

La cirugía de fisura anal implica que el paciente permanezca al menos un día hospitalizado por si surge alguna complicación el postoperatorio. De igual forma, en algunos casos se realiza esta operación de forma ambulatoria, es decir, se permite abandonar el hospital unas horas después de la intervención.

Antes de recibir el alta hospitalaria, el cirujano dará al paciente una serie de instrucciones y recomendaciones acerca de los cuidados que se deben llevar para una buena recuperación.

Dentro de estas recomendaciones se suelen incluir:

  • Realizar dos o tres baños de asiento al día.
  • Seguir una dieta rica en fibra que permita hacer heces blandas y evite el estreñimiento.
  • No permanecer mucho tiempo sentado a la hora de defecar, ya que puede perjudicar a la herida y causar su sangrado.
  • Evitar utilizar pomadas en la herida.
  • No levantar objetos pesados para no sufrir desgarros o retrasar la cicatrización.
  • Utilizar cojines de donuts a la hora de sentarse para no realizar presión en la zona de la operación.

En resumen, el periodo total de recuperación de una cirugía de fisura anal suele situarse en torno a las tres semanas desde que el paciente recibe el alta hospitalaria, aunque la mayor o menor duración dependerá del tiempo que tarde la cicatriz de la herida en curarse.