Cirugía de la hernia de
hiato

¿De qué se trata?

La hernia de hiato se produce cuando la parte superior de nuestro estómago protruye (empuja hacia delante) a través del músculo grande que separa el abdomen del tórax, es decir, el diafragma. Éste tiene un pequeño orificio (hiato) a través del cual pasa el tubo de alimentación (esófago) antes de unirse al estómago. En la hernia de hiato, el estómago empuja hacia arriba para pasar por este orificio e ingresar en el tórax.

Cuando la hernia de hiato es pequeña no suele generar problemas pero si por el contrario, su tamaño es grande puede provocar que la comida y el ácido se vuelvan por el esófago, y esto ocasiona acidez estomacal.

En este caso, sus principales síntomas pueden ser acidez estomacal, regurgitación de comida o líquido a la boca, retroceso de ácido estomacal al esófago (reflujo ácido, dificultad para tragar, dolor abdominal o en el pecho, sentirse lleno poco después de comer, falta de aire o, en algunos casos, vómitos con sangre o heces de color negro, las cuales pueden ser indicativo de sangrado gastrointestinal.

Por último, hay que señalar que la hernia de hiato es más común en personas mayores de 50 años y en pacientes obesos.

Cirugía de hemorroides (hemorroidectomía)
Cirugía de la hernia de hiato

¿Para quién está indicada?

La cirugía de hernia de hiato está indicada para aquellos pacientes que padezcan la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), siempre que previamente hayan sido tratados sin éxito con medicamentos inhibidores, cambios en el estilo de vida y alimentación, personas que tiene acidez y ardor estomacal así como el resto de síntomas descritos en el apartado anterior.

¿Cómo se realiza esta intervención?

El objetivo de la cirugía de la hernia de hiato es reducir la hernia, cerrar el hiato y así recuperar la función del esfínter que une el esófago con el estómago, para evitar el reflujo de ácido hacia el esófago.

El objetivo de la cirugía de la hernia de hiato es reducir la hernia, cerrar el hiato y así recuperar la función del esfínter que une el esófago con el estómago, para evitar el reflujo de ácido hacia el esófago.

Para ello, en la intervención quirúrgica se realizan unas suturas en la apertura del diafragma (hiato), para impedir que el estómago se desplace hacia arriba a través de dicha apertura. Posteriormente, el cirujano envuelve la parte superior del estómago alrededor del extremo inferior del esófago con suturas que producen presión en el esófago, lo que ayuda a impedir que el ácido gástrico y los alimentos retornen desde el estómago hacia al esófago.

Este tipo de cirugía se realiza bajo anestesia general, y su duración es de 2-3 horas aproximadamente. Además, como otro tipo de intervenciones de carácter digestivo puede realizarse mediante cirugía abierta o a través de laparoscopia.

Cirugía tradicional abierta

Lo primero que hay que señalara, es que este tipo de cirugía no es apta para cualquier persona y será el propio cirujano el que evalúe la idoneidad o no de la técnica para cada paciente. Durante la cirugía, que suele durar unas dos horas aproximadamente, el cirujano realiza cuatro o cinco incisiones pequeñas en el abdomen, y a continuación se inserta un tubo con una videocámara diminuta en el abdomen a través de una de las incisiones. Gracias a este dispositivo puede visualizar todo el procedimiento en un monitor de video en el quirófano, mientras utiliza herramientas quirúrgicas insertadas a través de las otras incisiones en el abdomen para colocar el estómago dentro del abdomen y envolver la parte superior del mismo alrededor del esfínter esofágico inferior, apretar el músculo y prevenir el reflujo. Por último, se suturan las incisiones y se te traslada al paciente al área de recuperación hospitalaria.

Cirugía mínimamente invasiva (laparoscópica)

Lo primero que hay que señalara, es que este tipo de cirugía no es apta para cualquier persona y será el propio cirujano el que evalúe la idoneidad o no de la técnica para cada paciente. Durante la cirugía, que suele durar unas dos horas aproximadamente, el cirujano realiza cuatro o cinco incisiones pequeñas en el abdomen, y a continuación se inserta un tubo con una videocámara diminuta en el abdomen a través de una de las incisiones. Gracias a este dispositivo puede visualizar todo el procedimiento en un monitor de video en el quirófano, mientras utiliza herramientas quirúrgicas insertadas a través de las otras incisiones en el abdomen para colocar el estómago dentro del abdomen y envolver la parte superior del mismo alrededor del esfínter esofágico inferior, apretar el músculo y prevenir el reflujo. Por último, se suturan las incisiones y se te traslada al paciente al área de recuperación hospitalaria.

¿Cómo será la recuperación post quirúrgica?

¿Cómo será la recuperación post quirúrgica?

Después de la operación el paciente permanecerá en el hospital hasta eliminar por completo la anestesia, y en el caso de haberse sometido a una cirugía abierta, su estancia en el centro hospitalario será mayor.

A las 12h podrá empezar a tomar líquidos y luego una dieta blanda en pequeñas cantidades, podrá moverse, caminar, ducharse, y a partir de las 48h generalmente se podrá volver a casa.

Ya en su domicilio, es posible que los primeros días tenga algunas molestias que se podrán controlar con analgésicos orales. De hecho, después de la intervención los pacientes pueden tener dificultad para tragar algunos alimentos, eructar o algunas molestias abdominales. Para evitar eso o disminuir estos síntomas se recomienda dieta líquida o triturada durante la primera semana. Respecto a la alimentación, estará contraindicado tomar bebidas frías, refrescos o comer alimentos que se aglutinan, como arroz o pasta, y durante un mes la medicación se deberá administrar triturada.

El paciente podrá retomar sus actividades rutinarias a las 7-8 semanas, y podrá empezar a consumir aquellos alimentos que le producían molestias.