Diverticulitis: tratamiento quirúrgico y consejos de recuperación

Diverticulitis cirujano digestivo Málaga

La diverticulitis es una enfermedad digestiva que ocurre cuando los divertículos, pequeñas bolsas que pueden formarse en la pared del colon, se inflaman o infectan. Aunque muchos casos pueden tratarse con antibióticos y cambios en la dieta, como cirujano digestivo Málaga te adelanto que en algunas situaciones la cirugía es la mejor opción para evitar complicaciones graves.

En el post de hoy vamos a descubrir cuándo se recomienda la cirugía para la diverticulitis, en qué consiste el procedimiento y qué pasos seguir para una recuperación óptima.

¿Cuándo es necesaria la cirugía para la diverticulitis?

No todos los pacientes con diverticulitis necesitan cirugía. Sin embargo, como cirujano digestivo Málaga, hay ciertos casos en los que la intervención quirúrgica es la mejor opción para evitar complicaciones. Algunas situaciones en las que se recomienda operar son:

  • Diverticulitis recurrente: si un paciente ha sufrido varios episodios de diverticulitis, el riesgo de nuevas crisis aumenta y la cirugía puede ser la mejor forma de prevenirlas.
  • Complicaciones graves: la cirugía es necesaria en casos de perforación intestinal, abscesos grandes que no responden al drenaje, fístulas (conexiones anormales entre el colon y otros órganos) o una obstrucción intestinal grave.
  • Peritonitis: si la diverticulitis causa una perforación en el colon y el contenido intestinal se derrama en la cavidad abdominal, se produce una infección grave que requiere cirugía de urgencia.
  • Falta de respuesta al tratamiento médico: en el supuesto de que el paciente no mejore con antibióticos, dieta líquida y otros tratamientos conservadores, la cirugía puede ser la mejor opción.

¿En qué consiste la cirugía para la diverticulitis?

El tratamiento quirúrgico de la diverticulitis puede realizarse de dos formas principales:

1. Resección del colon con anastomosis primaria

Este procedimiento es el más común cuando la diverticulitis no es una emergencia, y consiste en:

  • Extraer la parte afectada del colon (generalmente el colon sigmoide).
  • Reconectar los extremos sanos del colon para restablecer el tránsito intestinal.

Esta cirugía puede realizarse mediante una laparoscopia (cirugía mínimamente invasiva con pequeñas incisiones y una cámara) o mediante una cirugía abierta (con una incisión más grande en el abdomen). La laparoscopia suele tener una recuperación más rápida y menos complicaciones.

2. Cirugía de Hartmann

Se utiliza en situaciones de emergencia, como perforaciones o infecciones graves. En este caso:

  • Se extirpa la parte afectada del colon.
  • En lugar de unir los extremos sanos de inmediato, se realiza una colostomía temporal (una abertura en el abdomen para evacuar las heces en una bolsa).
  • Una segunda cirugía, meses después, puede reconectar el colon para restaurar la función intestinal normal.

Este procedimiento es más común en pacientes con peritonitis o en aquellos que están demasiado débiles para una anastomosis primaria.

¿Cómo es la recuperación después de la cirugía?

La recuperación tras una cirugía de diverticulitis varía según el tipo de procedimiento realizado y la salud general del paciente. Sin embargo, como cirujano digestivo Málaga hay algunos consejos generales que pueden ayudar en el proceso:

Hospitalización y primeros días

  • Estancia hospitalaria: tras la cirugía, la hospitalización suele durar entre 3 y 7 días, dependiendo del tipo de intervención y la evolución del paciente.
  • Reintroducción de la alimentación: inicialmente, se administra suero intravenoso. Luego, se comienza con una dieta líquida y se avanza gradualmente hasta alimentos sólidos según la tolerancia del paciente.
  • Control del dolor: se administran analgésicos para controlar las molestias postoperatorias.
  • Movilización temprana: es importante levantarse y caminar lo antes posible para prevenir complicaciones como coágulos sanguíneos y favorecer el tránsito intestinal.

Cuidados en casa

  • Dieta y nutrición: durante las primeras semanas, se recomienda una dieta baja en fibra para reducir la irritación intestinal. Luego, se introducen gradualmente alimentos ricos en fibra para mejorar el tránsito intestinal.
  • Evitar esfuerzos físicos: debemos evitar levantar objetos pesados o realizar actividades intensas durante al menos 4 a 6 semanas.
  • Cuidado de la herida: hay que mantener limpia la zona de la incisión y vigilar signos de infección como enrojecimiento, inflamación o supuración.

Seguimiento y recuperación a largo plazo

  • Revisión con el cirujano: es fundamental acudir a las citas postoperatorias para evaluar la cicatrización y el estado general del paciente.
  • Dieta equilibrada: consumir alimentos ricos en fibra, beber suficiente agua y evitar el estreñimiento ayuda a prevenir futuros problemas.
  • Ejercicio moderado: caminar y realizar actividad física suave favorece la recuperación y previene complicaciones.

En definitiva, la cirugía para la diverticulitis es una opción segura y efectiva en casos graves o recurrentes. La recuperación requiere paciencia y cuidados adecuados, pero con un correcto seguimiento y hábitos saludables, los pacientes pueden retomar su vida normal sin complicaciones.

Siguiente artículo:

importancia hidratación para digestión saludable

La importancia de la hidratación para una digestión saludable

Una digestión adecuada es clave para el bienestar general del organismo. Muchas veces nos centramos

Te podría interesar

importancia hidratación para digestión saludable

La importancia de la hidratación para una digestión saludable

Una digestión adecuada es clave para el bienestar general del organismo. Muchas veces nos centramos

cirugía del bazo Málaga

Cirugía del bazo (esplenectomía): todo lo que necesitas saber antes y después de la intervención

La cirugía del bazo, conocida como esplenectomía, es un procedimiento que consiste en la extracción

Tratamiento SIBO Málaga

SIBO: Mitos y verdades sobre este trastorno digestivo

El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, más conocido como SIBO (Small Intestinal Bacterial Overgrowth), es